septiembre 30, 2012

Sin noticias de Dios


UNA IMAGEN Y MENOS DE MIL PALABRAS (9)

Manifestantes yemeníes saltan la valla e irrumpen en la Embajada de Estados Unidos en Saná.
Foto: Yahya Arha / Efe


Sin noticias de Dios. La actualidad es casi siempre un paisaje de miserias humanas. Y eso que somos la única especie animal que es consciente de sus propia existencia, que se informa cada día de lo que otros de su misma especie han hecho en otros lugares del planeta. Es el pensamiento el que supuestamente nos hace superiores, aunque eso no quite que esa misma inteligencia sirva también para odiar muy irracionalmente.

Somos la única especie que se excita con algo tan inmaterial como una idea. Y sólo el ser humano utiliza y ejerce la violencia para imponer o defender sus particulares ideas. La violencia humana no sólo se expresa a mamporrazos, o con sofisticados y avanzadísimos aparatos para matar. Antes de poner en marcha la musculatura, o apretar el gatillo, la ejercemos con toda la fuerza que emana la lengua o la escritura. Sin esa glándula, o esos dedos, tampoco las pistolas hablarían después. Puede parecer paradójico, pero es así: la única especie que ha desarrollado un elaborado sistema de comunicación para entenderse es, curiosamente, la que más odio genera con sólo abrir la boca.

            Y más paradójico resulta aún que las creencias en un mundo mejor sigan haciendo de este mundo el infierno del que queremos huir cuando estemos muertos. La idea de Dios es tal vez la primera idea humana. Dios, Alá ,Yahvé… Cada pueblo le puso un nombre distinto y le dio el mismo carácter divino por su infinita perfección, bondad y suprema generosidad para perdonar. Todas las escrituras sagradas dicen lo mismo: que nos ayudemos los unos a los otros, que nos demos amor y cariño, y que transitemos por esta vida sólo haciendo el bien. Lo dicen desde hace miles de años; los mismos en los que la idea de ese Dios de nombres tan distintos, nos enfrenta para que practiquemos lo contrario de lo que nos piden sus escrituras divinas. Si Dios sigue ahí arriba, debería preocuparse por su obra. Algo hizo mal si una bazofia cinematográfica o una viñeta libertaria levanta un odio tan violento que hace chocar a una civilización con otra.

julio 12, 2012

Un problema de oídos



Un diputado y ex-consejero de la Generalitat valenciana acusado de quedarse con dinero destinado a ONG de ayuda al Tercer Mundo. Una alcaldesa, en las puertas de resultar imputada por recibir dinero y regalos de un constructor, al que se le apañaban los Planes de Urbanismo con la misma facilidad con que el empresario le descorchaba el Moet Chandon en la cubierta de su yate. Un director de Empleo andaluz que concedía subvenciones para garantizarse los gin-tonic y la cocaína más euforizante, mientras toda la estructura institucional que le rodeaba parecía absorta en la búsqueda del bosón de Higgs, ese descubrimiento que explica el origen del universo, pero sigue sin explicar por qué los hombres traicionan la confianza que se les otorga. Novedades informativas sobre estos casos de corrupción que conviven en los periódicos de esta semana junto al relato de un país atrapado en un remolino infernal que cada vez nos acerca más al sumidero de la bancarrota, ese agujero absorbente que significa retroceder nuevamente a la pobreza de la casilla de salida.
Los políticos ya no tienen tiempo ni atrevimiento para pedir comprensión. Deben aplicar recortes anteriores mientras diseñan los nuevos. Y en la calle, las frustradas esperanzas caminan entre decenas de carteles de "Se vende", "Se traspasa" o "liquidación total". Lo único que nos queda ya de aquel boom son deudas y casos de corrupción.
Nuestras vidas han cambiado tan rápidamente como la literatura de esos carteles. Antes eran monotemáticos: en todos lados ponía lo mismo: "Estamos en obras: disculpen las molestias". Pues vaya con las molestias.
Venimos de un tiempo en el que no necesitábamos agujerear la tierra para encontrar petróleo; aquí la riqueza se conseguía lanzando toneladas de cemento al paisaje. En Estados Unidos inventaban las redes sociales, y aquí creábamos las redes del trinque. No había ventana desde la que no pudiera contemplarse el largo brazo urbanizable de las grúas.
Los carromatos de burros que hace treinta años deambulaban, en plena canícula, por el empedrado de los pueblos costeros de España fueron sustituidos por Audis y Mercedes con cristales tintados e interior climatizado. Las boinas se cambiaron por gafas Gucci, y la sabrosa chacina de antaño se sustituyó por chorizos insulsos embutidos en trajes de Armani. Las huertas se convirtieron en adosados, las neveras dejaron de guardar tomates, y se transformaron en cajas fuertes de dinero fresco que sólo pudría a sus poseedores. En esos recientes años del boom inmobiliario, la tierra se araba con palos de golf, y la ambición se saciaba con la tinta sellada de una nueva licencia de obras. Mucha honradez quedó sepultada en aquellas tongas de expedientes de recalificación.
Como buenos latinos, somos gente que siempre ha otorgado un gran valor a la familia. Y como también somos generosos, unos cuantos de los privilegiados que conseguían un acta para dedicarse a la cosa pública en seguida conseguían ayuda para ir a la cosa y dejarse de tonterías. Entonces parecía que esos primos y primas no eran de riesgo. Eran de sangre, de farra o de palique, todos eran amiguitos del alma siempre dispuestos a animar con sus gracias aquel festival de opulencias.
Para lo bueno y lo malo, aquello ya pasó, pero aún seguimos abochornados por lo ocurrido en aquella monumental borrachera. Y es un poco cobarde decir que nadie vio nada. El pueblo que los votó una y otra vez, a diestro y siniestro, se aleja ahora de ellos como quien intenta alejarse de su propia sombra. ¿Quiénes los pusieron?
Algún partido, alguna institución hablará nuevamente de reforzar los controles, de instaurar Códigos éticos de buen Gobierno. Pero nada de eso detiene las intenciones de ningún ladrón. Harían mejor esos denostados partidos políticos si poblaran las listas electorales con personas que no necesitan otro código que el de su propia conciencia y sincero compromiso.
Ya no estamos para más tonterías. Si no quieren pagar justos por pecadores, antes de escribir nuevos papeles mojados, harían mejor en limpiarse los oídos. Algún problema auditivo deben tener si son ellos los únicos que siguen sin escuchar los secretos a voces.

abril 09, 2012

En casa, viendo pasar el tiempo

Tengo la misma cuenta corriente en la misma entidad bancaria desde los años 80 del siglo pasado. No es que ame a mi banco, es que nada me produce más pereza que dedicar mi tiempo a seleccionar entre lo malo y lo peor. Parto del hecho de que todos los bancos son iguales porque todos tienden a homologar sus servicios y a cumplir con parecidos parámetros. Es tan inútil como cambiar de compañía telefónica por un mal servicio. Pronto te ocurrirá lo mismo en la otra, la operadora que te atiende no tiene mejor cociente intelectual que la que dejaste.
Viene todo esto a cuenta de que un día reparé que por el uso de la cuenta llevaba años acumulando puntos que podía canjear por regalos de un catálogo. Alguna ventaja tiene ser un dejado para estas cosas: no es la primera vez que hago una primitiva y luego nunca miro si estará premiada.
Total, que por apenas un tercio de los puntos que tenía acumulados pude conseguir una pequeña cámara de video de HD de la marca Toshiba, concretamente la Camileo P20. No crean, por toda la historia de los puntos, que hablamos de una cámara de alta gama. En absoluto; la camarita apenas si cuesta poco más de 100 euros. 
Me leí con detalle el manual y grabé unas cuantas imágenes. En Internet aprendí el mejor formato de descompresión para trabajar en FCPX; el Apple ProRes 422, y el H264 para publicar en Internet. Tiene unos tonos cálidos y el HD le confiere ese color vivo y luminoso del mejor cine digital. Funciona muy bien con los correctores de color y con los filtros.
De entre todas sus característica técnicas, descubrí que este modesto artilugio traía también un pequeño intervalómetropara crear vídeos en time lapse. Es limitado pero útil: puede grabar un frame cada segundo, cada tres segundos, o cada cinco segundos.
Esta Semana Santa me he quedado en casa, disfrutando de la ciudad que me ha acogido y en la que me siento muy a gusto. La belleza de la isla, su luz y aroma mediterráneo me han embaucado. 
El viernes, en un día en el que, en torno al mediodía, los claros fueron perdiendo su batalla contra los nubarrones de agua del temporal que se había anunciado, comencé a enchufar la cámara hacía las distintas esquinas que componen mi terraza. Al caer la tarde, los claros iniciaron una clara ofensiva y alejaron las nubes para que la jornada se cerrara nuevamente clara hasta dar paso a la noche
Y de esos ratos con la cámara encendida, salió esto; un sencillo Time lapse que me invita a nuevas aventuras. Le doy gracias a mi banco por tenerme un rato entretenido en estos tiempos de zozobra. Y eso, sin gastar un céntimo de más.




noviembre 27, 2011

Un pavo con suerte

UNA IMAGEN Y MENOS DE MIL PALABRAS (8)




Un Pavo con suerte. El pasado miércoles 23 de noviembre, el Estado de Oregón se sumó a la lista de estados de los USA que suspenden la aplicación de la pena de muerte. En lo que va de 2011, EEUU ha ejecutado a 43 reclusos, y solo estaba pendiente la ejecución de Gary Haugen, precisamente en Oregón, condenado por el asesinato de la madre de su ex novia.
En 2010, la cifra total de ejecutados en EEUU fue de 46. De los 50 estados que componen EE UU, 35 de ellos, si se incluye a Oregón, mantienen aún vigente la pena de muerte. En esos estados que aún practican tan contundente modo de impartir justicia, los condenados a muerte no tendrán la suerte del pavo que, cumpliendo una tradición que inició John F. Kennedy, se salva cada año de ir al horno presidencial.
Tan radical manera de luchar contra la delincuencia no ha impedido que las cárceles estadounidenses alberguen una población reclusa del tamaño de toda Canarias. Dos millones y medio de presos en un país donde, por abrir una cuenta corriente te regalan un arma para que te defiendas con total libertad. Un país en el que las balas se venden un lineal más allá de los yogures y refrigerados.
El Sr. Obama no tiene, a diferencia de su antecesor George Bush, experiencia firmando penas de muertes. Su antecesor se había empleado a fondo mientras fue gobernador del Estado de Texas, y con ese currículo, escrito con mano que nunca tiembla ni cabeza que duda, llegó a la Presidencia de los Estados Unidos.
Bush firmaba penas de muerte como gobernador, y como presidente, indultaba pavos y declaraba guerras preventivas. Obama en cambio es un tipo más pulcro, aunque eso no quite que le gusten las películas de John Wayne, y que aplique sus prácticas para cepillarse a Bin Laden mientras éste disfrutaba con una peli porno.
Un año más, Obama ha cumplido con la tradición. Gracias a este privilegio, y cumpliendo con la tradición anual, este pavo correrá mejor suerte que muchos de los condenados que esperan en el corredor de la muerte. Para ellos, el horno aún sigue abierto. Este pavo, en cambio, se libra de ser cocinado en el Día de Acción de Gracias. 
Pese a ese gesto magnánimo, al pavo se le ve cara de desconfiado. Se le ven las ganas de salir cuanto antes de allí, no vaya a ser que los halcones reconsideren su decisión y convenzan al Presidente de que tanta magnanimidad debilita su Imperio. Para el Tea-party, Obama es un pusilánime que está traicionando las esencias de un país en el que la razón la imponía siempre el más rápido en desenfundar. Si por ellos fuera, el próximo pavo en ir al horno debiera ser el mismo que ahora decreta el indulto.   

noviembre 01, 2011

El malestar del Estado del bienestar


UNA IMAGEN Y MENOS DE MIL PALABRAS (7)




El malestar del Estado de Bienestar. Aunque el capitalismo haya terminado derivando en un juego de Casino en el que los mercados hacen sus apuestas con esas fichas fosforescentes que los ingenieros financieros llaman productos, no deberíamos olvidar que la máxima de la economía de mercado consiste en reducir el precio del producto, ajustando al máximo los costes de la producción, para vender más que el competidor.
Tal vez porque nos vamos olvidando de ello, hoy la ingeniería financiera es más valiosa para hacer fortunas que la ingeniería industrial, la de infraestructuras, y hasta la atómica. Lo mismo, lógicamente, pasa con sus respectivos ingenieros. Se gana mucho más diseñando un producto especulativo, que deriva las pérdidas a otros y garantiza las ganancias al que los vende, que el mayor de los puentes posibles para acortar distancias reales entre pueblos.
Esos ingenieros financieros, y toda su ingente masa obrera, albañiles especializados en fabricar fortunas a los que llaman brokers, trabajan en un lugar etéreo, en ese nuevo escenario virtual que ha traído la era digital, pero que se llama como siempre se han llamado a los lugares de trueque e intercambio: mercados.
Tan etéreos como los lugares en los que trabajan, los nuevos mercaderes del capitalismo primero se encargaron de regar de préstamos las esperanzas de quienes confiamos siempre en las grandes palabras y nunca leemos la letra pequeña. Empaquetaron luego todos nuestros sueños y mezclaron en diferentes productos esperanzas esforzadas con esperanzas frustradas o imposibles. El sueño del crecimiento permanente se rompió el día que esos productos florecieron: la semilla del beneficio se convirtió en un sarpullido de deuda con la que cargaremos mientras vivamos. La resaca de esa partida se alivió cuando los Estados salieron al rescate de los secuestradores, dándoles nuevos dineros para nuevas partidas. Como ese dinero ya no podían emplearlo en prestarle a quienes ya estamos endeudados hasta las cejas, decidieron comprar deuda pública, o sea, prestarle a los países que se endeudaron por regalarles dinero.
Esta es ahora la partida de póker que se juega sobre el tablero de Europa. Ahora dicen que creen que no podremos pagar todo lo que nos han prestado, y vuelven a decirnos que la partida se puede acabar trágicamente si no ponemos más dinero para salvarnos porque los salvamos a ellos. La bolsa o la vida. O les damos más pasta, o aprietan el gatillo y todo se va al garete.
En esa montaña rusa seguimos a estas horas, mareados de tanto vaivén, viendo con horror como el agujero que se abre bajo las vías por las que transitamos a trompicones se agranda cada vez que los dirigentes europeos fracasan en cada una de las cumbres que no coronan. El parqué es una gran atracción de feria que ahora amenaza con desbaratarse con  nosotros dentro de sus cacharros.
Entretenidos con la cotización y el valor de los valores, seguiremos olvidándonos de nuestros verdaderos achaques, que no son otros que los productos que ya no fabricamos porque otros lo hacen a mejor precio.
Esa Europa y América del Norte que venció al comunismo a base de construir paraísos de opulencia y escaparates de lujo ha deslocalizado sus fábricas pero no sabe qué hacer con sus obreros. Los padres de los chavales que cada dos por tres esparcen con gasolina toda su rabia y frustración llegaron en oleadas hace años a las ciudades industriales del continente europeo, para emplearse en las fábricas que nos procuraban ese supuesto bienestar. Eran mano de obra barata, y gracias a ellos, las fábricas de coches llenaron las autopistas con sus utilitarios y las de televisores, de ventanas al consumo. La globalización ha dado una vuelta más a la espiral, y ahora ya no resulta competitivo emplearlos ni a ellos ni a sus hijos, europeos de nacimiento y muchos de ellos, extranjeros en su propia casa. No hay tarea para ellos, otro frustrado pelotón más a engrosar las filas del malestar del Estado del bienestar.
El esqueleto retorcido de los coches destrozados en las protestas quema un sueño que ya ellos no fabrican. Ahora no se contrata; se subcontrata. Las fábricas se deslocalizan, pero son fácilmente localizables allí donde el hombre obtiene menos por su esfuerzo. Ahora, los barrios obreros están a miles de kilómetros de nuestras capitales financieras, están en esa otra mitad del planeta donde se trabaja a destajo por menos de 200 euros al mes. A ese precio, los trabajadores europeos no son competitivos, así que para que sus cosas sigan siendo baratas, nos dicen que tendremos que ser nosotros los que nos bajemos el sueldo.
El espejismo de la opulencia se diluye siempre en el extrarradio. Allí comenzaron esos incendios que ahora acechan a la propia city. Allí suena el hip-hop y el rap, porque la música de los políticos les resulta ininteligible. Los que se rebelan ya no necesitan panfletos ni proclamas para constituirse en movimiento popular; tienen la BlackBerry y Whatsapp. Hijos de la televisión, acaban de descubrir cómo abrir un Telediario y convertirse en ídolos de la rebeldía. Todo ello, entre anuncio y anuncio, entre el móvil de última generación y el coche que te invita a superar todas las barreras.  
Esos espectros de coches quemados, esa frustración general que pierde su nombre en una lista interminable de desempleados, indican un fallo en el sistema. Pero es importante no confundir síntomas con enfermedad. La política está exhausta en Europa. En medicina, esta patología degenerativa tiene un nombre: Esclerosis. Un achaque propio de políticos viejos y viejas Políticas.

octubre 23, 2011

Ese día ya llegó

UNA IMAGEN Y MENOS DE MIL PALABRAS (6)



Ese día ya llegó. Es probable que el cámara que grabó el video del que ha sido extraído esta fotografía se vaya al paro por cese de actividad. En esta ocasión, y a diferencia de lo ocurrido durante 48 años de actividad, el disparo inmortaliza el momento. Será, para siempre, la instantánea de su propia defunción, la de ETA.
El principio del fin también comenzó con las caras tapadas. La retórica de siempre no impidió que el gesto oculto de quien hablaba y de quienes le flanqueaban resultase solemne. Las palabras empleadas, también como siempre, compendian esa literatura política que retuerce las palabras para no decir las cosas sencillamente y permitir las más variadas interpretaciones. Pero esta vez, una sola frase bastaba para entenderlo todo: "ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada". Podían haber dicho más sencillamente que ETA ha decidido no volver a matar nunca más, pero a quien decide dejar de asesinar le podemos perdonar que por un tiempo siga retorciendo las palabras para contener la abstemia que le producen sus más perversos instintos.
Esta frase, "ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada" escribirá la historia de los próximos meses, y probablemente la de los próximos años. Felipe González y José María Aznar también tuvieron la oportunidad de fotografiar una esperanza. A Zapatero le llegó al término de su sufrimiento. A Rajoy probablemente le toque escribir el que puede ser el capítulo final de esta historia de vidas inocentes perdidas, de dolor, sufrimiento y firmeza.
Vivimos tiempos convulsos. Cada mañana se presenta agobiante por culpa de una crisis que sólo sabe recortar derechos y reducir esperanzas. Hasta por eso, nos vendría bien arreglar estos dolores históricos, porque siempre genera optimismo reducir la carga de las preocupaciones. 
Estamos tan agotados como país que, tal vez después del 20-N, podamos encarar con grandeza general la mejor oportunidad que se ha presentado nunca para instaurar una nueva convivencia en el País Vasco. Para entonces, puede que ese carrusel de gritos viscerales que utiliza la memoria de los muertos para negar toda posibilidad de diálogo, decida salir de sus cavernas y entienda que no es necesario olvidar, pero que eso no impide mirar hacia adelante. 
Esa noticia que siempre quisimos dar, la rendición de ETA, se produjo en la tarde del 20 de octubre de 2011. Ese día ya llegó. Cualquier día de estos, en cualquier momento y en cualquier lugar, unos cuantos hombres se sentarán sobre una mesa. No será una mesa redonda. Las circunstancias exigirán que sea rectangular, para enfrentar así nuestra voluntad de vivir en paz y libertad, a la de quienes deben hacer callar sus armas para siempre.
Este ejercicio de responsabilidad nos alcanza a todos, y por eso, en una ocasión como ésta, todos deberíamos estar con este Gobierno y con el que venga después del 20-N. El griterío que confunde la victoria con la sed de venganza no puede ocultar el horizonte que se ha abierto. Los hemos derrotado, y para vencerlos definitivamente, ahora debemos sentarnos frente a ellos para pactar la entrega de sus armas y desterrar los rencores que han generado. ¿Cómo negar la posibilidad de que eso puede hacerse sin necesidad de renunciar a ninguno de los valores a los que no hemos renunciado ni siquiera cuando nos mataban inocentemente?.
No existirá ninguna traición a los caídos si conseguimos imponer una paz que nos permita vivir en un país donde la ideas sólo se defienden con palabras, donde nuestra libertad no esté amenazada por esas pistolas que nos tienen que entregar. Si las 829 víctimas mortales de ETA pudieran hablar sin intermediarios, nos dirían que también para ellos, la victoria significa saber que fueron los últimos en caer por unas ideas que finalmente hemos podido imponer a sus propios asesinos. Por los muertos y los vivos; ¿alguien duda de que no valga la pena intentarlo?.

mayo 29, 2011

¿Quién ha dicho que no existen los pájaros humanos?

Hace falta tener mucho coraje, arrojo y sentido de la aventura y del límite para lanzarse al vacío con un traje que les ayuda a dominar la inexorable ley de la gravedad. El video es un viaje de vértigo absoluto, y una constante lucha por no estamparse de frente contra cualquiera de los peñascos que van surgiendo durante el viaje.

Se trata del salto con wingsuit, un traje que una vez en vuelo y caída libre se abre entre las extremidades de tu cuerpo ofreciendo una resistencia al aire que hace que tengas un desplazamiento hacia delante de unos 200 km/h pudiendo alcanzar velocidades mucho más altas.

Como digo, hace falta tener mucho arrojo, y también mucha habilidad, porque en este ejercicio no cabe más ensayo que el de enfrentarse a la realidad.

Ignoro cuantos saltos han dado ya para conseguir tamaña perfección, y me pregunto también cuantos más darán, cuántas veces más sortearán y burlarán esa inexorable ley de probabilidades.





Wingsuit Basejumping - The Need 4 Speed: The Art of Flight from Phoenix Fly on Vimeo.

abril 24, 2011

Fotos históricas de gran belleza y significado

Estas fotos resultan muy evocadoras, y captan a muchos de los protagonistas del Siglo XX. Tienen mucho significado histórico, y capturan algunos de los momentos de un siglo vertiginoso, en el que vimos lo mejor del hombre y también lo peor. Magistral colección que circula de e-mail en e-mail. A mi me llegó y aquí está.

abril 22, 2011

Cuando la publicidad se adelanta al cine inventando historias

El curioso caso de Benjamin Button es una curiosa y bella película estrenada en 2009. Es una hermosa metáfora sobre la contradicción humana que se produce entre la experiencia y la vitalidad. Es curioso; se trata de dos factores opuestos, que viajan por el tiempo en sentido opuesto,  pues uno crece en la misma proporción en el que el otro decrece. Nacemos sin ninguna experiencia, pero con una enorme vitalidad. 

Y conforme vamos adquiriendo experiencia, vamos perdiendo vitalidad, de tal manera que cuando contamos con la experiencia necesaria para disfrutar selectivamente la vida, carecemos de la vitalidad necesaria para ejecutarla. La película juega con ambos conceptos y nos propone una fantasía; que la vida fuera al revés, de tal manera que ambos factores fueran parejos, y nos permitiera en la mitad de nuestra vida, disfrutarla al máximo porque tenemos tanta vitalidad como experiencia.



Con experiencia y vitalidad, sabríamos escoger mejor lo que hacer en el mejor momento de nuestra vida. Con una intención puramente comercial, la casa Mercedes Benz jugó con ese mismo concepto unos años antes de que Brad Pitt encarnara el personaje de Benjamin Button.

Conscientes de que el Mercedes era un coche asociado a la madurez, que se compra la gente cuando se hace mayor, los estrategas de marketing de la casa de coches llegaron a la conclusión de que, para aumentar las ventas, debían rejuvenecer su target: había que crear una idea que reflejara que te pierdes mucho descubriendo tan tarde el placer de tener ese coche. Y antes que la película cinematográfica surgió esta película publicitaria.

La brevedad de un anuncio publicitario puede encerrar los mismos argumentos y reflexiones que un largometraje. En treinta segundos, aquí tienes la misma historia que se cuenta en noventa minutos.

abril 21, 2011

Time lapse desde el Teide. Estrellas en movimiento.

Un viaje alucinante a las estrellas desde la montaña del Teide. Otra maravilla de time lapse. Hecho por Daniel López, un fotógrafo de verdaderas estrellas.

Aquí vemos el movimiento de las estrellas, constelaciones, objetos y telescopios desde los Observatorios de Canarias. La primera parte realizada desde el Observatorio del Teide (Tenerife) y la última desde el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma).
Usando la técnica Timelapse se logra que el tiempo en estos vídeos pase 720 veces mas rápido que en la realidad. Podemos ver objetos astronómicos como las Pléyades, la gran nebulosa de Orión, la galaxia de Andrómeda, la luz zodiacal y la vía láctea tanto en invierno como en verano desde uno de los mejores cielos del planeta.

Cosas interesantes que ver en el vídeo:
•  Segundo 44; se ve un poco la luz zodiacal al atardecer y una curiosa nube estacionaria que permanece girando durante horas.
•  Segundo 54 y posteriores; La Luz Zodiacal es claramente visible, inmensa en el cielo se enfrenta a la vía láctea. En esa secuencia puedes ver objetos como la Tierra, con las cúpulas del Observatorio. Nuestro sistema solar; Venus y la Luz Zodiacal. Nuestra propia Galaxia, Andrómeda, las Pléyadas, la nebulosa de California, incluso el bucle rojo en la constelación de Orión. Hasta objetos fuera de nuestra propia galaxia, como galaxia de Andrómeda, M31.
•  01:19 la gran nebulosa de Orión e incluso la cabeza del caballo caen sobre el Teide.
•  02:14, La Luna y Venus.
•  02:47, La OGS rastrea basura espacial, incluso se ve a través de la ventana la vía láctea.
Y muchas más objetos que si eres buen observador podras descubrir.


Viaje alucinante by Daniel Lopez from caliu on Vimeo.

abril 17, 2011

Nuevos medios; nuevos lenguajes publicitarios

Ahora que la serie Mad Men nos ha acercado a aquellos años 60 del siglo XX, en los que la televisión era el medio emergente y había que crear un nuevo lenguaje publicitario, adaptado a las posibilidades que ofrecía aquel nuevo soporte, sorprende ver cómo vuelve a reproducirse, ahora con la Red, esa misma brecha creativa y comprensiva, y detectar al mismo tiempo cómo se repite el mismo carácter innovador que irá marcando la senda de lo que pronto serán, en esa novedad que llamamos Internet, las nuevas técnicas de persuasión publicitaria.

Cuando empezó la televisión, la mayor parte de los anuncios estaban hechos por vendedores charlatanes que, con más o menos gracia, te describían un producto, sus maravillosas prestaciones, y su increíble precio. Pero pronto empezó a descubrirse que aquel aparato, que se veía en familia y en la intimidad de la sala de estar de casa, era fabuloso para generar empatía a través de las emociones. Fue así como la televisión se convirtió en el Reino preferido de la publicidad. Una vez que la gente se habituaba a los nuevos aparatos venidos de la vida moderna, la decantación por uno de ellos no vendría a través de la descripción técnica de sus cualidades, sino a través de las sensaciones que nos provocan.

Aquellos años 60 que refleja la serie son la prehistoria de todo lo que en Publicidad nos rodea. En aquellos años, 50 años antes del ¿Te gusta conducir?, los publicitarios comenzaron a descubrir que, con sensaciones, y apelando a los sentimientos, se vende mucho mejor. Vean esta escena de esa magnífica serie de locos publicitarios en la que se describe magníficamente el poder de las emociones para vender cacharros metálicos. Don Dreaper se dispone a explicar a los directivos de Kodak una propuesta de campaña que se aleja por completo del aspecto informativo y tecnológico del aparato.





En aquellos años 60, los creativos que poblaban las agencias estaban acostumbrados a la gráfica estática, a las fotografías, dibujos, eslóganes, y bocadillos de texto. Llegó la televisión, y muchos se quedaron en el camino porque no supieron adaptarse a las posibilidades de contar una historia en 30 segundos. En poco más de 10 años, surgieron los nuevos creativos de la publicidad televisiva. Se reciclaron los más jóvenes, y durante 50 años, reinaron en el medio más estelar que hasta ahora ha tenido la publicidad: la televisión.

Desde esa caja, nos han llenado la vida de imágenes reconocibles y reflejos de cualquier situación vivida o deseada por nosotros mismos. Nunca antes se nos había estereotipado tan completa e intensamente.


Llevamos ya 10 años navegando por la red, y de una manera absoluta y radicalmente horizontal y vertical, el caudal de contenidos que circula por ahí ha cambiado por completo la comunicación del planeta. Ya no hay un paso que no de la humanidad, que no lleve asociado el funcionamiento de un chip, que nos ubica, nos localiza o nos controla, una llave para entrar en cualquier lugar y estar en cualquier conversación o ser oído simultáneamente en cualquier lugar del planeta.




Es un nuevo soporte, fabuloso. Pero como ocurrió entonces, exige nuevas narrativas para persuadir a las masas. Y a los creativos publicitarios les ha vuelto a ocurrir lo que entonces, trasladar sin más al nuevo soporte lo que está pensado y creado para uno previo y más limitado en sus posibilidades.



La publicidad es el gran reto de Internet. La que se hace con técnicas tradicionales no funciona porque nos la saltamos con el click que no teníamos cuando nos la ponían en la televisión. La mayor parte de los creativos tradicionales no entienden la red. Les ocurre lo mismo que a muchos de aquellos dibujantes de gráfica que se dibujan en Mad Men, que nunca entendieron la televisión y más tarde o más temprano se quedaron encerrados en la decadencia intrínseca del único ámbito que controlaban.

En Internet, ni siquiera la publicidad puede construirse con una intención pasiva: verla sin poder actuar en ella no resulta atractivo. Hecha de manera tradicional, no resulta efectiva. Por el camino de tropiezos, algunos dan pequeños pasos y demuestran porqué tal vez no exista palabra más hermosa para definir una profesión: creativo.

Tres pequeños ejemplos de algo pensado para un nuevo medio.