Lo intuí el mismo viernes, (Una controladora subida a su Torre de Marfil) después de leer su blog. La Red nos traía una nueva estrella mediática. Cristina Antón, la controladora más chula del espacio aéreo, vino a La Noria y, la armó con su displicencia y estilo provocativo. Habló del estrés hasta el estrés, pero lo mejor es cuando se fueron al tema de la manteca: las nóminas que perciben estos pobres. Frente a una que tenía el programa por valor de 16.000 euros líquidos al mes, enseñó la suya, en la que aparecía un líquido de 3.500 euros. Antes de eso, se pasó toda la entrevista diciendo que llevan nueve meses sacándole la sangre. La Antón no aclaró que desde agosto está de baja. Y los conductores del programa no tuvieron los reflejos suficientes para constatar una sencilla contradicción: hace diez meses, cuando no se quejaban de nada, había el mismo número de controladores y el tráfico aéreo era el mismo que el que provocó ese súbito estrés que los desmayó a todos a la misma hora del fatídico viernes 3 de diciembre. ¿No será que antes de esos nueve meses cada hora que hacían, de una organización de jornadas que ellos mismos se guisaban y repartían, las pagaban casi tres veces más que una hora ordinaria?. ¿Son sus cabezas, o son sus carteras las que de verdad les duelen?.
A Cristina, antes lo ojos le hacían chiribitas siguiendo a los aviones en pantalla. La de su portatil debe tener otra resolución, porque frente a ella, de baja, se pasa el día alimentando su blog.
La tertulia, bien. Quedó claro que esto de lo que va es de privilegios y privilegiados. No podemos permitirnos unos controladores que nos cuestan más que cualquier otro de sus compañeros europeos, y que a cambio de esa pasta son los menos productivos. Simplemente, costaban más porque haciendo menos horas, se las pagaban a precio de oro. Son una casta. Y se sienten casta; por eso escucharlos es alucinar.
Ya es hora de poner coto a los privilegios de quienes, a fuerza de subirse a las torres, han terminado viviendo en la luna.
Los controladores vuelven protestar atascando sus vehículos en la vía publica
ResponderEliminarPues si nos podemos cargar los derechos de todos los que sean privilegiados, yo voto para que los siguientes a por los que vayan sean los notarios o los registradores de la propiedad. Esos si q no dan palo al agua y cobran mucho más. No hablo de los políticos porque esos roban desde siempre y lo seguirán haciendo siempre.
ResponderEliminarLo primero: no cobran más que un controlador europeo. Esto es una manipulación importante. Nunca han cobrado 200 000 euros al año. Ése no es el sueldo de la categoría de las personas encargadas del control aéreo. El sueldo de un controlador de barajas con cierta antigüedad es de unos 95000 euros, que está francamente bien, ya los quisiéramos muchos, pero no son 200000.
ResponderEliminarSegundo: la productividad es superior a la media europea, puesto que en España se mueven muchísimos aviones con menos cantidad de controladores que en otros países europeos de importancia. El cálculo oficial de productividad tiene en cuenta aeropuertos que a penas mueven personas a lo largo del año (ésos que han montado vete a saber tú para qué, aunque me lo imagino).
Tercero: estuvo muy mal las formas que usó está controladora. Puede expresar mucho más sin tener que calentar al personal. Así no transmite lo que quiere transmitir, sólo hace que los nervios se disparen.
Cuarto: estamos ante un proceso lento pero sin pausa de recortes sociales. Nos están machacando en muchos sectores, y no nos damos cuenta. Deberíamos estar más unidos y sentirnos críticos con la información que nos dan, que está sumamente manipulada. Creo que ni los periodistas aciertan a definir la situación.
Quinto: AENA tiene una deuda multimillonaria, cuando hace pocos años era muy rentable. Han robado mucho. Los controladores no los pagamos entre todos mediante impuestos. Ahora empezará a ser así, mientras que los beneficios de los aeropuertos van a caer a manos privadas. Y nosotros, discutiendo a raíz de una desinformación total y absoluta sobre este tema.
Sexto: las horas extra. Se hicieron horas extra aun con denuncias desde hace muchos, muchos años a eurocontrol por la falta de personal. Para AENA era más rentable. Los controladores presionaron de muy diversas formas para solventar esta situación. Si te fijas en el tráfico aéreo, éste se ha visto tremendamente aumentado en poco tiempo, y aún así, las quejas han venido de mucho antes. Esperemos que eurocontrol pueda hacer algo para frenar esta situación, y en gran medida ello pasa por dar una enorme parte de razón a los contrladores aéreos.
Compañero, los tiempos nos están llevando a una situación muy mala para todos. Ahora más que nunca hay que ser muy crítico con todas las noticias que se están dando. Porque mañana podría ser mi colectivo el que se viera dañado. Podría ser el tuyo. Y podría llegar el momento en el que estuviéramos desesperados, momento en el que querríamos que se entendiera muy bien cuál es la situación.
Un saludo.