enero 22, 2011

I.- Pequeños Homenajes a 50 años de publicidad



Este es un pequeño homenaje que el programa Los Anuncios de tu vida hace al ingenio de la publicidad.

La buena publicidad es pura imaginación. Valga como ejemplo la de este anuncio en la que con una botella se describía a toda la condición humana. Nosotros hemos querido aprovechar aquel juego de palabras e imágenes para hacer el mismo juego que hacen estos creativos; todas las cualidades de una botella atribuidas a la propia publicidad. Buceando en miles de anuncios de todas las épocas, cada plano es de un anuncio distinto.

Tal vez, a muchos publicitarios, especialistas y aficionados a esta profesión creativa, este programa les sepa a poco. Sencillamente, porque este programa no es analítico, sino descriptivo. No tiene la pretensión de sentar cátedra, ni quiere dar lecciones explícitas de publicidad. Tiene una intención implícita. No es un programa de ciencia, porque sólo aspira a refrescar recuerdos de conciencia. No quiere hablar de publicidad, sino de sus efectos en nuestra manera de pensar, vestir, tener, soñar, querer, o ser.

Los Anuncios de tu vida es un programa sencillo. Busca a un gran público, que lo consuma con facilidad y lo más ampliamente posible. Igual que con la publicidad; trascendente a fuerza de reflejar intrascendencias.

De la misma manera en que ella oculta su deseo de atacar nuestro bolsillo disparando sobre nuestro corazón, este programa quiere hablar de publicidad sin hablar de ella; dejando hablar a las imágenes, eslóganes y mensajes con los que se componen esos anuncios que caminan parejos a nuestra propia vida.

La mejor manera de admirar a un autor es admirar sus obras. Por eso, momento tras momento, a través de esas piezas emocionales, y los testimonios de quienes recrean recuerdos, etapas y vivencias comunes, volvemos a disfrutar con las ilustraciones que han llenado todos los intermedios de nuestra vida.

Este es un momento para amar la publicidad. Dura, lo que dura un anuncio.


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